Marketing con IA: Tendencias!

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El cóctel del marketing digital con la Inteligencia Artificial puede ser explosivo. Las empresas y los políticos van a manipularnos más y mejor para que terminemos comprando lo que venden y votando lo que prometen. Peligroso, verdad. Sepamos cómo lo van a hacer y fijémonos no solo en esos riesgos sino en las ventajas para que los mensajes auténticos, constructivos y bien intencionados calen más en la conciencia de nuestro público. 

Empecemos diciendo que el Marketing inteligente rima sobre todo con personalización. Según Salesforce, el 84% de los consumidores dicen que ser tratados como una persona, no como un número, es muy importante para ganar su negocio. 

Pues bien, con la IA, las empresas serán aún más certeras en recopilar y analizar grandes cantidades de datos para comprender mejor las preferencias de los consumidores y ofrecer experiencias personalizadas. Por ejemplo, pueden utilizar la información sobre los hábitos de compra y navegación en línea para crear anuncios específicos para cada individuo. 

Esto puede aumentar la efectividad de los anuncios, pero también puede crear lo que se denomina «burbuja de filtro» en la que solo se muestra información que confirma las opiniones existentes del consumidor. 

Otra tendencia emergente es el uso de chatbots que gracias a la potencia de la  IA se  interactuará con los clientes de tal manera que no sabremos que estamos tratando con un robot. Los chatbots permiten a las empresas ahorrar tiempo y dinero al responder preguntas y ofrecer asistencia al cliente. Pero también pueden ser programados para persuadir a los consumidores a tomar ciertas acciones, como comprar un producto o votar por un candidato político en particular. Según Ubisend, el 35% de los consumidores prefieren los chatbots a las personas físicas que atienden al teléfono en nombre de la empresa. Y otro dato, según Grand View Research, El mercado de Chatbots puede crecer anualmente casi un 25% hasta  2028.  

Los influencers virtuales impulsados por Inteligencia Artificial son otra moda que veremos pronto en marketing digital: personajes generados por computadora destinados a promocionar productos y servicios a través de las redes sociales. Un ejemplo Lil Miquela, un «influencer» ficticio con más de 3 millones de seguidores en Instagram, que ha colaborado con marcas como Prada y Samsung. Grand View Research espera que el sector de influencerse virtuales crezca un 30% hasta 2028.  Los influencer virtuales pueden ser útiles para llegar a nuevas audiencias, pero también pueden ser utilizados para difundir información falsa o engañosa. 

Y otra tendencia que ya estamos observando es la optimización de precios realizada mediante el uso de algoritmos. Las empresas podrán afinar los precios en tiempo real según la demanda, el comportamiento del consumidor y las condiciones del mercado. Esto garantizará que las empresas maximicen sus ingresos y se mantengan competitivas en todo momento. Según un informe de MarketsandMarkets, Se espera que el mercado de la inteligencia de precios alcance los $ 3.000 millones en 2024. Sin embargo, esto también puede llevar a aumentos injustificados de precios.

El peligro más evidente está en el ámbito de la política, porque sin duda La Inteligencia artificial puede erosionar gravemente la democracia, o sea la libre elección de los representantes políticos.

Efectivamente con la IA se pueden crear anuncios políticos altamente personalizados y persuasivos. Diseñados para apelar a las emociones y los prejuicios del votante, y pueden ser diseñados para ser engañosos o difundir información falsa. Además, la IA puede ser utilizada para influir en la opinión pública a través de las redes sociales y la manipulación de la información que se muestra a los consumidores.

Volviendo a las empresas, hay que indicar que éstas deben asegurarse de que los datos recopilados sean utilizados de manera ética y respeten la privacidad del usuario. Según RSA Security, El 69% de los consumidores están preocupados por su privacidad en línea. Hay que proteger la privacidad de los datos de los consumidores, de tal manera que las empresas solo recopilen la información necesaria para mejorar la experiencia del cliente.

Además, existe el riesgo de que la IA pueda perpetuar sesgos y discriminación existentes en el marketing. Por ejemplo, si la cerveza se asocia con la masculinidad estaríamos ignorando a las mujeres que les gusta también esta bebida. 

Visto lo visto, La IA es un poderoso catalizador del marketing digital, pero para usarlo con moderación, prudencia y sobre todo con criterios éticos. Recurrir a las astucias del marketing inteligente para distorsionar la libertad del consumidor y del ciudadano no es admisible. Usar el marketing y la IA para que la gente pueda escoger mejor qué comprar o a quién votar sí que es legítimo.

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