Una sinfonía del Nuevo Mundo recorre la industria de la música y es dirigida por dos revolucionarios maestros conocidos como Inteligencia Artificial (IA) y Aprendizaje Automático (AA). Su actuación está captando el interés tanto de compositores como de melómanos en busca de nuevos sonidos. Sube el volumen y veamos juntos si en este nuevo género cibernético reina la armonía o la discordia.
Aprovechando la creciente disponibilidad de datos musicales que circulan en las redes, la IA y el AA nos sorprenden cada día por el nivel de calidad melódica que pueden entregar.
Los algoritmos usan las partituras y las tan matemáticas reglas que gobiernan la música para recrear nuevos ritmos, que nuestro oído percibe como armoniosos y originales.
El ámbito de la música compuesta por IA, aunque en sus primeras etapas, ya cuenta con un repertorio para impresionar incluso a los críticos más duros. Por ejemplo, tenemos a AIVA, un compositor de IA, que se mueve con elegancia entre los géneros clásico, jazz y pop. O fíjate en la actuación virtuosa de MuseNet de OpenAI, capaz de componer melodías que harían vibrar al mismísimo Mozart.
De todos modos, el futuro de la música, con la IA y el AA al mando, parece ser tan impredecible como una improvisación de jazz. Las especulaciones crecen en torno a la idea de que la IA pueda generar música que supere la creatividad humana. Otros sugieren que más bien la IA podría permitir que las composiciones se ajusten al gusto del oyente con una precisión notable. Así es, próximamente la Inteligencia Artificial te compondrá una melodía a medida que quizá se convierta en tu favorita.
Por otra parte, existe ya la preocupación de que el auge de la IA y el AA ponga a los músicos humanos en la vía del desempleo, ya que la IA ya es capaz de componer partituras para anuncios, películas o videojuegos. Olvídate de pagar royalties, derechos de uso, por la música; claro eso sería la ruina del sector. Además, puede suceder que la frontera entre la creatividad humana y la de la máquina se difumine, lo que nos llevaría a cuestionar si tal o cual éxito musical en las listas fue creado por el hombre o la máquina.
Ahora bien, como sabes la música es ante todo una forma de arte que se basa en la expresión y la emoción humana, y hasta la fecha, la IA no ha sido capaz de replicar verdaderamente estas cualidades humanas. ¡Dios nos libre! Además, muchos aspectos de la creación musical, como la interpretación en vivo, la escritura de letras con significado íntimo y personal, además de la interacción con el público, no pueden ser realizados por la IA. Ah y no olvidemos que la IA si no está bien dirigida se puede desviar incluso hacia melodías o cantinelas de mal gusto y hasta ofensivas.
Pues bien, a pesar de que la IA puede cambiar la forma en que se hace la música, no creo que los compositores e intérpretes se queden sin trabajo. En lugar de reemplazarlos, lo más probable es que la IA se utilice como una herramienta que pueda ayudar a los músicos en su proceso creativo. Por ejemplo, la IA se encargará de crear bocetos iniciales de canciones, permitiendo a los músicos centrarse en dar los toques finales y sobre todo aportar su sensibilidad personal, única e irrepetible, a la música que compongan. Yo creo en definitiva que la suma del genio humano y la asistencia de la prodigiosa inteligencia artificial nos llevará a todo un renacimiento musical.
Está claro que la industria de la música está a punto de experimentar su propio remix tecno, con la IA y el AA como si fueran dos prodigiosos disc-jockeys. Es una buena noticia para los aficionados a la música, porque estamos ante la posibilidad de democratizar la composición musical, elaborar formas musicales innovadoras y personalizar la experiencia auditiva.
¿Cuál es tu opinión sobre el futuro de la música con ese dúo dinámico formado por la Inteligencia Artificial y el Aprendizaje Automático? No dudes en dejarnos tu propio ritmo en los comentarios de abajo.