Estamos rodeados de él, nos acompaña cada vez que salimos a la calle, también en la oficina, en el supermercado, en algunas tiendas, pero sobre todo en la fábrica. Me refiero al ruido. Muchas veces no somos conscientes, pero los sonidos fuertes y desagradables son una forma de contaminación que daña nuestra salud física y mental. Por fortuna, la tecnología nos ayuda.
Este fenómeno perturbador, irritante y muy dañino que es el ruido, y después de cómo combatirlo o al menos mitigarlo gracias a las soluciones que nos aporta la tecnología.
Todos los vivimos, todos lo padecemos al menos los que habitamos en ciudades… sales a la calle, oyes el rugir del tráfico o te topas con una obra y el sonido del martillo percutor, más allá un camión recoge los contenedores de basura, eliminando una contaminación y sin quererlo entregándonos otra con el ruido de su motor.
Los efectos del ruido incluyen desde problemas de sueño, fatiga, estrés y ansiedad, hasta trastornos cardiovasculares y auditivos. Además, una exposición prolongada al ruido puede afectar negativamente la concentración y la productividad en el trabajo y el estudio. Se ha demostrado que el niño presenta deficiencias cognitivas si por ejemplo su colegio se sitúa cerca de aeropuertos o carreteras con mucho tráfico. Ese niño aprenderá a leer más tarde, será más inquieto y agresivo, además de cansarse antes. Por otro lado, tendrá una mayor tendencia al aislamiento social. Del mismo modo, diversos experimentos han demostrado que, a niveles muy elevados de ruido, los procesos cancerosos aparecen y se desarrollan con mayor rapidez. Para los adultos, genera stress y ansiedad, nos vuelve improductivos y hasta nos pone de mal humor.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que lo tolerable es soportar 55 decibelios durante el día. A partir de los 75 dB el ruido puede ser perjudicial, y en los 120 dB alcanzamos un nivel de dolor que nos lleva a taparnos los oídos. Una conversación a volumen normal ronda los 60 dB. Un camión puede producir entre 70 y 90 decibelios (dB). Las sirenas de las ambulancias y los aviones pueden sobrepasar los 120 dB. En las ciudades, el 80% de todo el ruido procede del tráfico rodado.
Por estas razones, es esencial combatir y aislarse del ruido en nuestra vida cotidiana.
Lo primero que debemos hacer es no contribuir a generarlo, porque también lo que se dice popularmente como “dar escándalo” es algo evitable con buena educación. Ser por lo tanto conscientes en un restaurante o tienda, en una estación u oficina, que nuestra conversación si se eleva de tono o nuestro móvil si no lo mantenemos calladito va a molestar a los demás. Todo esto si somos mediterráneos o hispanos nos cuesta a veces.
Afortunadamente, gracias a los avances tecnológicos, existen soluciones efectivas para reducir y eliminar el ruido en diferentes entornos, mejorando así nuestra calidad de vida y bienestar. Veamos algunas soluciones:
Paneles acústicos: Están diseñados para reducir la reverberación y el eco en espacios cerrados. Según una prueba realizada por el Instituto Fraunhofer, los paneles acústicos pueden reducir el ruido en hasta 10 decibeles (dB). Los paneles fonoabsorbentes están diseñados para absorber una amplia gama de frecuencias. Se fabrican con materiales de alta densidad, como fibra de vidrio o lana mineral, y están disponibles en una variedad de formas y tamaños para adaptarse a diferentes entornos. Si en el espacio público hay paneles acústicos, notará un confort, el lugar será más agradable.
Sistemas de reducción de ruido en vehículos: Estos sistemas utilizan micrófonos y altavoces para reducir el ruido dentro del vehículo. Según un estudio realizado por la Universidad de Warwick, los sistemas de reducción de ruido en vehículos pueden reducir esos sonidos molestos en hasta 4 dB. Un ejemplo de un sistema de reducción de ruido en vehículos es el Active Noise Control de Jaguar Land Rover, que se utiliza en uno de sus modelos. Los vehículos eléctricos e híbridos ya por su naturaleza son silenciosos, pero de igual manera al alcanzar velocidad deben ser conveniente aislados.
Ventanas acústicas: Estas ventanas están diseñadas para bloquear el ruido exterior. Según una prueba realizada por el Centro de Investigación de la Construcción de Dinamarca, las ventanas acústicas pueden reducir el ruido en hasta 45 dB. Un ejemplo de ventanas acústicas es el sistema de ventanas de doble acristalamiento de Saint-Gobain, que se utiliza en edificios residenciales y de oficinas en todo el mundo. Yo vivo en una calle con mucho tráfico, y no me entero del ruido, gracias al grueso doble acristalamiento con cámara de los vidrios. Se lo recomiendo.
Materiales de construcción acústicos: Desde los ladrillos o bloques, a los prefabricados de yeso, los nuevos materiales incorporan materiales que permiten una absorción de ruidos, al contener por ejemplo espumas absorbentes y lanas de vidrio que forman como una barrera al ruido. Las normas de construcción de hoteles y viviendas en Europa y Estados Unidos implican la creación de cámaras o vacíos entre los muros que separan las viviendas. para que por ejemplo no oigamos roncar al vecino. Según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, los materiales de construcción acústicos pueden reducir el ruido en hasta 10 dB.
Y si nada de lo anterior está al alcance, porque vive en uno de esos países ruidosos donde combatir esta lacra auditiva no es una prioridad o es visto como algo innecesario, pues entonces cómprate unos auriculares con cancelación de ruido: Estos auriculares utilizan micrófonos para detectar el sonido ambiental y luego emiten una señal inversa para cancelar el ruido. Según un estudio realizado por Consumer Reports, los auriculares con cancelación de ruido pueden reducir el ruido en hasta 20 dB.
Así que ya sabes, lleva la paz a tu vida y aíslate como puedas de los perniciosos ruidos.